Mañana, 20 de marzo, comienza la primavera. Estamos encantados de poner en práctica los principios de la medicina tradicional china en relación con los cinco elementos. Estamos preparados para planificar dietas y tenemos nuevas recetas para el cuidado del hígado, los ojos y los músculos. La elección oportuna de alimentos funcionales nos permitirá obtener importantes beneficios. Es tiempo de renacimiento, de creatividad, de aprender algo nuevo, renovarse y rejuvenecer. Es momento de limpieza en todos los niveles. A nivel físico, debemos empezar por el hígado siempre que la función renal sea buena. Es importante analizar el estado del hígado, su capacidad funcional, la eficiencia de sus mitocondrias y corregir cualquier anomalía.
El hígado puede ser el órgano más subestimado. Es el órgano interno más grande del cuerpo y una de sus funciones principales es ayudar a eliminar toxinas y sustancias nocivas. A diferencia de otros órganos como el corazón y los pulmones, puede ser difícil medir su funcionamiento. La insuficiencia hepática, que no se detecta en análisis de sangre, es frecuente y suele ser inicialmente asintomática. Sin embargo, con el tiempo pueden aparecer síntomas como el tono amarillento en los ojos, adelgazamiento, dolor de cabeza, vértigo, tristeza o depresión, insomnio o alteraciones del sueño, somnolencia o letargo después de comer. También pueden presentarse sensación de saciedad, gases, digestión lenta, estreñimiento, náuseas, molestias en el costado derecho, picazón, moretones inexplicables, sangrado de encías, urticaria, eczema, disminución de la potencia sexual en hombres, síndrome premenstrual, menstruaciones irregulares y flujo vaginal en mujeres. Con el tiempo, pueden desarrollarse migrañas, hipotensión, várices, hemorroides, obesidad, caída del cabello, pérdida de visión, anemia, dificultad para respirar, osteoporosis, fibromialgia, epilepsia, intoxicación celular y cáncer.
El hígado no puede dar latidos ni toser para indicar que necesita ayuda. El hecho de que no genere ruido en el cuerpo la mayor parte del tiempo no significa que pueda prosperar sin cuidados especiales. Quizás hace 30 o 50 años, el hígado de una persona sana funcionaba bien sin apoyo adicional, pero hoy en día vivimos en un mundo diferente. Actualmente, el hígado enfrenta y debe superar desafíos nunca antes vistos, como la eliminación del glifosato, presente en el aire que respiramos y que puede causar daño hepático significativo incluso en dosis mínimas.