La espirulina es reconocida como uno de los alimentos más nutritivos disponibles actualmente. Apenas un gramo al día puede ser suficiente para corregir la desnutrición en niños en tan solo unas pocas semanas. Diez gramos de espirulina contienen los nutrientes equivalentes a 400 gramos de una variedad de verduras. Una sola cucharada de espirulina en polvo (aproximadamente 10g) ofrece una impresionante cantidad de nutrientes, como 6.5 g de proteína, 5 mg de hierro, 80 mg de fósforo y 40 mg de magnesio. Además, es excepcionalmente rica en vitamina E, superando incluso al germen de trigo en contenido, con un 48% más de acción en el cuerpo que la vitamina E sintética. Comparativamente, contiene 25 veces más betacaroteno que una zanahoria cruda y ocho veces más calcio que la leche. La espirulina es una fuente completa de proteínas, sin colesterol, con un 65-70% de biodisponibilidad, y es más fácilmente digerible que las proteínas de origen animal.
La enzima Superóxido Dismutasa (SOD) es otro componente poco común de la espirulina, conocida por su potente capacidad para desintoxicar el cuerpo. La presencia de SOD en la espirulina es solo una entre las más de 2.000 enzimas que se encuentran en este superalimento.
Además de su valor nutricional, la espirulina exhibe propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y depurativas, incluyendo la capacidad de eliminar metales pesados del cuerpo. También fortalece la flora intestinal y ha demostrado ser eficaz contra la radioactividad, además de ser un regenerador celular.
Estudios realizados en el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos han concluido que los sulfolípidos presentes en la espirulina tienen la capacidad de destruir el virus del SIDA. Asimismo, estudios con animales indican que la espirulina puede reducir la gravedad y mortalidad asociadas con la influenza, al prevenir que el virus se adhiera o penetre en las células.
En el ámbito del cáncer, se ha encontrado que la espirulina puede ayudar a prevenir el crecimiento de tumores y contribuir al tratamiento de la enfermedad. Estudios en animales han mostrado que este superalimento puede detener la propagación de células cancerosas y reducir el tamaño de los tumores. Aunque la espirulina por sí sola no es una cura para el cáncer, puede aumentar las posibilidades de una recuperación exitosa.
Investigaciones también han revelado que la espirulina puede tener efectos beneficiosos en la salud cardiovascular, al reducir la agregación plaquetaria y disminuir el riesgo de tromboembolismo. En pacientes diabéticos, el consumo diario de espirulina ha demostrado mejorar los niveles de hemoglobina glicosilada y los perfiles lipídicos, mientras que también ha reducido significativamente los niveles séricos de triglicéridos y colesterol total, al tiempo que aumenta el colesterol HDL.
Asimismo, se ha observado una regulación de la presión arterial en adultos de ambos sexos, entre las edades de 18 y 65 años, sin cambios significativos en la dieta.
En términos de inmunidad, la espirulina ha demostrado aumentar la proliferación de células de la médula ósea y estimular las células del bazo, lo que resulta en una mayor proporción de neutrófilos y linfocitos en la sangre periférica y médula ósea.
Por último, la espirulina es una excelente fuente de zeaxantina, proporcionando de 3750 a 6000 microgramos por porción de 3 gramos, una cantidad mucho mayor que la encontrada en los huevos (200 mcg), otra fuente conocida de este antioxidante crucial para la salud ocular.
Formas de consumo:
La espirulina puede consumirse de diversas maneras:
- En batidos.
- Sobre tostadas con mantequilla orgánica o crema de berenjenas.
- En sopas o cremas de verduras.
- Como condimento en ensaladas.
La dosificación recomendada varía según los objetivos de salud:
- Como suplemento general: 5 g al día.
- Para pérdida de peso: 3 g al día.
- Para mejorar el rendimiento muscular: 8 a 10 g al día.
- Para controlar la glicemia: 3 g al día.
- Para controlar la presión arterial: 8 g al día.
- Para el tratamiento de la esteatosis hepática: 5 g al día.
Efectos Secundarios:
La espirulina es un alimento y no un medicamento, por lo que su consumo en las dosis recomendadas es seguro y no se han reportado efectos adversos significativos. Sin embargo, en algunos casos puede ocurrir una erupción cutánea como resultado de la desintoxicación.
Tipos de Espirulina:
Es importante investigar antes de comprar espirulina, ya que existen numerosas variedades en el mercado. Es preferible optar por espirulina de fuentes confiables para evitar la posible contaminación con metales pesados u otras toxinas. La espirulina de origen chino, en particular, tiende a ser de baja calidad. Se recomienda elegir espirulina de calidad, preferiblemente artesanal y cultivada en pequeña escala para garantizar su pureza y eficacia. Y conviene tomar 3-5 gramos a día, todos los días, sobre todo para la eliminación de metales pesados y protección contra virus patógenos.